domingo, 3 de agosto de 2008

Babel - José Luis Zárate


BABEL
José Luis Zárate

—¡Deth! —dijo el hombre a su lado.
Se sorprendió de las palabras que salían de su propia boca:
—Almin enene.
Gritos de sílabas nuevas con significados ignotos. La algarabía se alzó aún más que la desorbitada Torre.
El caos se adueñó del lugar. Trataron de comunicarse con signos pero hasta ellos habían cambiado. ¿Qué significaba el rozarse una ceja, los dedos sobre el corazón? ¿Qué significaba cualquier cosa?
Con un grito de horror dio un paso en falso y cayó.
Despertó rodeado de una fría eficiencia. El Lugar de los Enfermos, donde atendían heridas y accidentes.
Lejanos el horror y la desesperación. Entonces comprendió lo que las palabras no podían expresar ya.
No era el caos aquí porque comprendían.
Todos entienden el lenguaje del dolor.

1 comentario:

Olga A. de Linares dijo...

La mayoría, no todos. O por lo menos no parece que los conmueva. Y por eso siguen adelante, causando más a cada paso.