CARTÓGRAFO
Héctor Ranea
Marco Polo corrió a los aposentos del Gran Khan, quien vociferaba pues las ciudades Qfwfq y Samsa habían desaparecido de sus mapas.
—Ve a entender qué está pasando —ordenó.
Marco voló hacia el sitio en el que deberían estar las ciudades; midió, olfateó y calculó con sus instrumentos y perro y finalmente regresó a la Ciudad Prohibida.
—Gran Khan, los gobernadores de ambas ciudades están enemistados desde la niñez por cierta fruslería. Decidieron eliminar los indicadores de los caminos que van de una a otra ciudade. Comerciantes, camelleros y peregrinos vagan por el desierto infinito. Esas ciudades se les han hecho invisibles. Envíame a guiar a los extraviados. —Así hizo y Polo llevó a los descaminados a destino. Ellos se encargaron de los gobernadores. Marco gobierna la región mientras llega el Khan.
—Ve a entender qué está pasando —ordenó.
Marco voló hacia el sitio en el que deberían estar las ciudades; midió, olfateó y calculó con sus instrumentos y perro y finalmente regresó a la Ciudad Prohibida.
—Gran Khan, los gobernadores de ambas ciudades están enemistados desde la niñez por cierta fruslería. Decidieron eliminar los indicadores de los caminos que van de una a otra ciudade. Comerciantes, camelleros y peregrinos vagan por el desierto infinito. Esas ciudades se les han hecho invisibles. Envíame a guiar a los extraviados. —Así hizo y Polo llevó a los descaminados a destino. Ellos se encargaron de los gobernadores. Marco gobierna la región mientras llega el Khan.
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