viernes, 1 de agosto de 2008

De compras – Sergio Gaut vel Hartman





—¿Cómo doscientos? —protesto cuando el lector de barras canta esa cifra.
—Vale doscientos —dice la chica mascando goma.
—En la góndola dice cien —insisto.
—Vale doscientos —repite ella, terca—. Se habrán olvidado de remarcarlo.
—¡Eso es una infamia! No pueden exhibir un precio y cobrar otro. Quiero el libro de quejas, hablar con el gerente, presentar una denuncia...
—No se gaste —dice la cajera haciendo un globo.
—Escuche: no puedo pagar doscientos por un simple personaje secundario. Si me dijera que es un Raskolnikov, una Emma Bovary o un Billy Pilgrim, vaya y pase, pero por un simple cochero que tiene que transportar al protagonista de...
—No me interesan sus problemas. ¿Lo lleva o lo deja? ¿Efectivo o tarjeta?

1 comentario:

Unknown dijo...

jejeje... es la inflación ¿no?, a quejarse al INDEC