lunes, 4 de agosto de 2008

Intruso - Alejandro Bentivoglio



INTRUSO
Alejandro Bentivoglio

Despierto en un cuarto que no reconozco. Saludo a mi mujer que grita apenas me ve. Me preparo el desayuno, ella llama a la policía. Pronto la manzana está rodeada. Me termino de vestir con una ropa que no me queda en lo absoluto. Cuando salgo veo patrullas y docenas de efectivos. Me apuntan con sus armas.
Les digo que se queden tranquilos. No hay nada de qué preocuparse. Yo no soy yo, eso es todo.

De Dakota/memorias de una muñeca inflable.

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