martes, 12 de agosto de 2008

Literalidad - Sergio Gaut vel Hartman



El ajedrez fue fatal para Exacto Literal, ya que intentó obedecer, literalmente, reglas que para los ajedrecistas son meras convenciones. Pero la idea de una partida viviente era simpática. Consiguió ocho suecos y ocho nigerianos, peones en obrajes y edificios en construcción; un haras le prestó los caballos y convenció a cuatro obispos aburridos argumentando que era una idea divertida. Los Torres, apellido vulgar, fueron el paso siguiente, y aunque las damas no abundan, dos se postularon. El problema fueron los reyes. Negros quedan pocos, pero Mswatti III de Swazilandia, en busca de emociones fuertes, aceptó encantado. Pero no logró convencer al de Inglaterra que en ajedrez no se “comen” las piezas que se “capturan”. ¡El tipo quería hacer una carnicería, como su famoso antepasado!

2 comentarios:

pato dijo...

¡Muy ingenioso! Eso es por usar términos vulgares. Es verdad, las piezas no se "comen".

Salemo dijo...

Muy interesante. No quiero ni pensar que hubieras echo con "gambito". ( el que no sepa que es, que googlee).O Sergio lo aclarará o hará otro mini.Esperemos.