miércoles, 13 de agosto de 2008

Sconfinata pampa - Héctor Ranea



SCONFINATA PAMPA
Héctor Ranea

Equivocamos la entrada a la Ruta 61 y aparecimos en una geodésica que unía dos puntos invisibles en cualquier mapa; el empalme se cubrió de yuyos inmediatamente y no lo reconocimos al volver la vista atrás. Recordamos a Soriano, obvio: Sin trenes, sin estaciones de servicio, sin policías ni adivinas baratas. Sólo quedaba avanzar. Los carteles marcaban al azar ciudades sin rigor cartográfico, asignándoles distancias absurdas. Los anuncios indicaban que estábamos en una ruta pero eran de cosas que nunca usaríamos, vacunas que no nos aplicaríamos, implementos agrícolas desconocidos. En una maroma vimos grabada la mantisa de pi, luego la de la raíz cuadrada de dos, luego la de la medida áurea. Entonces supimos que la ruta no retornaría a parte alguna.

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