—¡Partime al medio! ¡Rompeme toda! ¡Haceme tuya! —exclamó la mujer, excitada por la perspectiva de un coito memorable con el extraterrestre. Los alienígenas habían llegado esa misma tarde a la Tierra, y en lugar de acordar un tratado de paz con los capos del planeta o arrasar las ciudades a sangre y fuego, se habían limitado a salir de las naves como un enjambre de abejas, ávidos y curiosos como turistas japoneses, simpáticos y bellos, idénticos en todo a los humanos, excepto por un pequeño detalle casi invisible: en su lenguaje no existían las metáforas.
Imagen: Flow of Love de Leonid Afremov
3 comentarios:
Un microrelato muy, muy bueno.
Sergio nos tiene acostumbrados a escribir cosas buenas: principios buenos, tramas buenas, finales buenos...
Pero este principio me parece espectacular, un alarde de humor y de buen hacer.
Mis felicitaciones por eso.
Con un estilo austero y preciso "El detalle invisible" nos arrastra a un universo inquietante, pero que sabemos corto.
Sin duda, cuando la historia me tomó deseo que sea más larga: la tensión no puede resolverse en tan pocas líneas, arriesgo. Y, al leer la última frase llega el éxtasis. Un final exacto, sutil, desesperante, envolvente, definitivo...
María Taltavull
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