Las almas de los que no habían sido enterrados vagaban por laberínticos túneles buscando la salida. No sabían que estaban muertos ni que la guerra había terminado. No sabían que pasaron milenios desde que los abandonaron allí. Un día, vieron una gruesa raíz brotando del techo. Esperanzados, tiraron fuerte de ella hasta que el árbol cedió y abrió un hueco mostrándoles la salida. Una a una emergieron las almas confinadas, pero tan desconcertadas quedaron en medio de esa ciudad desconocida y caótica, que creyeron estar soñando. Entonces, volvieron al túnel y taparon aquel hueco.
Hoy continúan con su búsqueda, pero nunca dejan de cortar la mínima raíz que brote en aquel lugar, debajo del famoso Desierto de Atacama.
Tomado de: http://sanchezclaudiabe.blogspot.com/
3 comentarios:
Festejo la llegada de Claudia a Químicamente impuro.¡Enhorabuena!
Saludos cordiales.
Merecida llegada, muy buena microrrelatista.
Un saludo indio
Gracias chicos! y gracias a Sergio por el espacio!
Abrazos,
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