El rabino Löw envió a uno de sus gólems a rescatar a Gregor Samsa, pero Greta no le permitió el paso.
—Esta es una casa decente —arguyó—. No nos gustan los muñecos de arcilla.
—¿Cuántos años tienes? —preguntó el gólem.
—Treinta y nueve —dijo la muchacha.
—Te convertirás en una escarabaja dentro de dos semanas. Entonces te vendré a rescatar.
—¡Ay, mi príncipe! —exclamó la mujer.
—Nada de príncipe —dijo el gólem—. Los servicios se pagan por adelantado.
2 comentarios:
¡JAJAJAJA! Muy vivo el Golem.
¡mUCHos salUCHos de UCH! :]
Tan vivo el Golem que se olvidó del pobre Gregorio.
Saludos.
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