AMIGOS
Ricardo Bernal
Ricardo Bernal
Cuando cumplí nueve años tuve un amigo. Era un amigo imaginario, pero igual jugábamos todo el día y a veces toda la noche. Dibujábamos dinosaurios con acuarelas verdes y azules, armábamos rompecabezas dificilísimos, o simplemente brincábamos enloquecidos en el jardín. A las pocas semanas era aburrido. Mi amigo se quedaba serio, silencioso; respondía con poco entusiasmo a mis propuestas de nuevos juegos. Entonces tuve una idea de esas que te hacen chasquear los dedos: inventamos a un tercer amigo. Al principio fue maravilloso. Podíamos jugar al escondite o hacer concursos donde uno fuera el juez de dos competidores. Una noche desperté y mis amigos no estaban. Por la ventana los vi brincando, enloquecidos en el jardín. No me habían despertado para invitarme a jugar, pero pensé que al día siguiente me platicarían todo. Al día siguiente mis amigos se habían ido. Nunca más volví a verlos.
2 comentarios:
Pobre menino! Os demais pensavam que eras imaginário!
Belíssimo conto!
¡Qué triste! Casi lloro....
Saludos, profesor.
Publicar un comentario