ARENAS
José Luis Zárate
Cuarenta días y cuarenta noches. Todo ese tiempo llovió sol, calor, desierto. Las mares se secaron, las nieves de las montañas desaparecieron, la arena inundó al mundo. Las ciudades cayeron, los pueblos fueron agostándose hasta desaparecer, las aves derribadas del cielo, los peces murieron con la boca llena de sed. El fin, se dijeron todos. El horizonte se convirtió en dunas. Mil espejismos se agitaban a lo lejos. Ahí, moviéndose, era posible ver un lugar lleno de animales y pájaros, leones conviviendo con ovejas, y remontando las olas de arena, firme al timón del oasis, el tonto y loco Noé al que nadie creyó que venía la Sequía.
José Luis Zárate
Cuarenta días y cuarenta noches. Todo ese tiempo llovió sol, calor, desierto. Las mares se secaron, las nieves de las montañas desaparecieron, la arena inundó al mundo. Las ciudades cayeron, los pueblos fueron agostándose hasta desaparecer, las aves derribadas del cielo, los peces murieron con la boca llena de sed. El fin, se dijeron todos. El horizonte se convirtió en dunas. Mil espejismos se agitaban a lo lejos. Ahí, moviéndose, era posible ver un lugar lleno de animales y pájaros, leones conviviendo con ovejas, y remontando las olas de arena, firme al timón del oasis, el tonto y loco Noé al que nadie creyó que venía la Sequía.
3 comentarios:
¡Excelente! Me gustó la situación inversa...
PAto
AAA esos juegos son tan divertidos... Lo malo es que uno tiene que estar en todo, sino, se pierde del chiste.
XD
Saludos
La Nínfula del Arcángel
Veremos si hay tiempo de poner etiquetas temáticas. Cuentos de Noé, de Ulises, de sirenas, de Samsa, de Borges, de Alicia, de gatos, de Dios, de ajedrez, de la Muerte, de amor, del Génesis, del Apocalipsis, de los enanos de Blancanieves, de Caperucita y el lobo, de la princesa y Saurio...
Sergio.
Publicar un comentario