domingo, 10 de agosto de 2008

Atrapado sin salida - Olga A. de Linares



ATRAPADO SIN SALIDA
Olga A. de Linares

Por tu causa, estoy condenado a repetir esta absurda ceremonia para siempre.
Además, para empeorar la cosa, una corte de imitadores y reformuladores multiplica tu incordio en miles de variantes, sin que ninguna me exima de esta obligación original.
¡Y no tengo siquiera la esperanza de la extinción que hace rato alcanzó a mis congéneres de carne y hueso! Porque, es sabido, la literatura nos vuelve eternos, ¿no es así?
Pregunto... ¿para qué quiere nadie una eternidad así?
Estoy harto de esperar aquí, al pie de la cama, a que el imbécil durmiente abra los ojos y me vea, igual que cada día, y entonces recite otra vez la letanía, aquella, tu famosa frasecita del demonio...
¡Maldito seas, Monterroso!

1 comentario:

pato dijo...

Muy a su pesar, sigue siendo el minicuento más famoso del mundo... (lo odiamos por eso!)
Y excelente la sutileza del tuyo.
Pato.