martes, 5 de agosto de 2008

Cerdos - Manuel Buendía


CERDOS
Manuel Buendía

El cerdo se despierta con una extraña bruma multicolor en los ojos; todo lo que ve es una pintura que se derrite todo el tiempo; todo se mueve, lo golpea, lo asesina, hasta ese aire fétido que huele a nada parece sofocarlo. ¿Dónde quedó su mundo? No lo sabe; al amanecer los cerdos ignoran, comienzan a escudriñar los secretos del universo (su cabeza es un artilugio casi perfecto), y cuando, cerca del anochecer, casi logran descifrarlo… la luna les arrebata lo conseguido.

¿Algún enemigo despiadado les vació la cabeza, un mago malvado les lanzó una maldición eterna o están pagando el precio de esa sublime maquinaria rosa? No lo sabremos. Alguien ha dejado a los cerdos sin memoria.

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