sábado, 2 de agosto de 2008

Daniel Díaz y el murciélago - Javier O. Trejo


DANIEL DÍAZ Y EL MURCIÉLAGO
Javier O. Trejo

Daniel Díaz nació en el monte, hijo de arrieros. Un tenaz glaucoma sin tratar lo condenó a la oscuridad.
Aprendió desde la dureza del frío en los pies descalzos, la pobreza y la soledad del monte.
La providencia le cedió un oído finísimo.
En el monte, los murciélagos danzaban su ronda nocturna y Daniel los escuchaba. Fue comprendiendo de a poco.
Aprendió a llamarlos y a darle algunas indicaciones. Dormía de día para estar con ellos. Descubrió al líder. Con el tiempo el murciélago aprendió a colgarse de sus dedos.
Un día enfermó y los oídos tapados le impidieron orientarse. Perdido y muy asustado llamó a su amigo.
El líder levantó vuelo y su silueta se recortó contra la luna llena.

No hay comentarios: