ESPEJOS 2
Ramiro Sanchiz
Habrá sucedido hacia las dos o tres de la mañana, y recordé de inmediato esa frase de Borges o Bioy en Tlön Uqbar. No había nadie en la casa y el espejo dominaba la habitación. Mi figura reflejada llegó a asustarme; imaginé que más allá de la pulida superficie se ordenaba otro mundo, en el que pobres criaturas habían sido condenadas a repetir nuestras formas y nuestros actos. Han perdido su libertad y su apariencia verdadera, pensé maravillado, moviendo mis brazos y haciendo gestos absurdos para que mi doble se esforzase más.
Y así surgió la certeza, derramada sobre mí como un relámpago de hielo. Yo soy el condenado, yo he repetido los gestos del otro, que me observa desde el espejo sabiendo de mi destino. Entendí así mi sino fatal: nunca he sido libre, desde el otro lado del espejo alguien mueve mis hilos.
2 comentarios:
Me ha gustado muchísimo, Ramiro, felicitaciones
Qué reflexión! Una estremecedora posibilidad.
Pato
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