ENVUELTA EN TINTA
Ruth Ferriz
Como serpientes, los tentáculos largos y ondulantes, me abrazan firmemente. Blancos y flexibles envuelven mis hombros, mis senos, mis caderas, en giros lentos y suaves como en una danza con final macabro. Se mecen en el agua, se mueven en el aire, buscando dar el golpe mortal y necesario.
En el agua turbia de mi sueño vislumbro reflejos que me aterran. Ventosas adheridas a mi cuello, remolinos de piel que me atarantan, abrazos asfixiantes. Besos circulares como bocas entreabiertas me recorren. Sorben y succionan, robándome la esencia.
Me sumerjo en la vorágine. Siento en mis entrañas su violencia, su pico curvo penetrándome. Asesto un golpe con lo que tengo a mano, negra y viscosa la tinta del monstruo empapa todo.
Abro por fin los ojos. La tinta que mancha las sábanas es roja. La pesadilla ha comenzado.
2 comentarios:
Turbio, pero me gustó.
Inquietante... y bueno.
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