sábado, 2 de agosto de 2008

Fuga inversa – Sergio Gaut vel Hartman




“Aprovechá la Red”, rezaba un enorme mural en la estación de subte.
—¡No! —exclamó Sturgeon retrocediendo. Se imaginaba frito en la sartén del pescador.
—Esturión metafísico a la sartén —dijo el profeta Samael—. Mi bocado favorito. ¿Cuánta indeterminación habita en una libra de pescado? Las cuerdas superpuestas...
—Te voy a dar cuerdas —exclamó Yehudi Menuhin y destrozó su violín en la cabeza del metafísico de verdulería.
Compraron damascos. Al morderlos, la ciudad siria aulló de dolor.
—Las ciudades no rezan —dijo Ted—. No son como los murales.
—Lástima —dijo el músico, pensativo— que trituré mi violín en la cabeza del charlatán; hubiera tocado el concierto de Brahms.
—No se moleste —dije—. Recuerdo cada nota con afecto y este es mi homenaje.

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