LA JAULA SIN PÁJARO
Jules Renard
Félix no entiende como es posible tener a los pájaros prisioneros en jaulas.
—Del mismo modo —dice— que es un crimen cortar una flor, y personalmente sólo quiero aspirar su perfume cuando se encuentra en su tallo, los pájaros están hechos para volar.
No obstante, compra una jaula y la cuelga en la ventana. Le pone un nido de borra, un plato de semillas, una taza de agua pura y renovable. Le añade un columpio y un espejito.
Y cuando, sorprendidos, lo interrogan, contesta:
—Cada vez que miro esta jaula, me felicito por mi generosidad. Podía encerrar en ella a un pájaro y la dejo vacía. Si quisiera, un oscuro tordo, un pardillo elegante o cualquiera otra de nuestras aves, sería esclava. Pero, gracias a mí, cuando menos una de ellas permanece libre. Siempre pasa lo mismo.
De Historias Naturales.
Jules Renard
Félix no entiende como es posible tener a los pájaros prisioneros en jaulas.
—Del mismo modo —dice— que es un crimen cortar una flor, y personalmente sólo quiero aspirar su perfume cuando se encuentra en su tallo, los pájaros están hechos para volar.
No obstante, compra una jaula y la cuelga en la ventana. Le pone un nido de borra, un plato de semillas, una taza de agua pura y renovable. Le añade un columpio y un espejito.
Y cuando, sorprendidos, lo interrogan, contesta:
—Cada vez que miro esta jaula, me felicito por mi generosidad. Podía encerrar en ella a un pájaro y la dejo vacía. Si quisiera, un oscuro tordo, un pardillo elegante o cualquiera otra de nuestras aves, sería esclava. Pero, gracias a mí, cuando menos una de ellas permanece libre. Siempre pasa lo mismo.
De Historias Naturales.
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