López y Ward se mataron en Malvinas. Aunque es improbable que fuera mutuo, están muertos. Borges les dio el Quijote y a Conrad. Pero lo más cerca de Conrad que estuvieron fue que vieron Apocalypse Now.
López nació en Corrientes, de dorados pescados y atardeceres en la arena. Ward en Manchester y frecuentaba los tablones del United.
Siempre pensé que la estupidez de la guerra era una frase cursi. Hasta que fui testigo de la más estúpida de todas. Impostada, teatral, patética.
Junté plata y la doné, vi llevar una bicicleta a quién no tenía otra cosa y creí lo que decía la televisión.
De todo ese yerro, de la colosal infamia de un borracho, algo de culpa, aún pequeña, nos queda.
2 comentarios:
¡Excelente... y lamentablemente cierto!
Sí, muy bueno. Me gustaría que sólo se tratase de una ficción.
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