MORALEJA INEXACTA
Ricardo Giorno
El discípulo fue a su maestro: problemas con sus hijos. Le contó que decidió respetar la naturaleza de ellos para que hicieran a su antojo.
—¿Hace mucho que no visitas la sala negra? —dijo el maestro
—Nunca la he visitado.
Entonces el maestro lo invitó a pasar.
Una vez adentro, y sin mediar palabra, violó al alumno.
—Pero... ¿qué ha sucedido aquí? —preguntó el discípulo.
—Un día me cansé de cuidar mi propia naturaleza y dejé que creciera como a ella le viniera en ganas.
5 comentarios:
¡Esto debería estar firmado por Paulo Cogelo!
Excelente Ricardo!
Supongo que habrá aprendido a poner límites... conozco unos cuantos padres a los que no le vendría mal aprender de ese maestro.
Pato.
¡Saurio, juro que me lo dictó Della Sera!
Pato: todo padre que se precie de tal sabe de qué habla el cuentito.
Es una nueva versión del dicho "la letra, con sangre entra"...
En pocas palabras, mucho.
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