viernes, 28 de noviembre de 2008

Fritangas - Sergio Gaut vel Hartman


Era aficionado a la historia, pero creía, ingenuamente, que las configuraciones derivan de hechos puntuales, que cambiando la posición de una pieza es posible modificar toda la línea. Construyó una máquina del tiempo en el sótano y viajó a Antioquia en 1099, justo cuando Bohemund de Tarento y Fairuz cerraban trato para entregar la ciudad a los cruzados. No sintió pena al freírlos con la pistola de aceite que había tenido la precaución de traer consigo; de todos modos llevaban casi mil años muertos. Oriente se ahorraría dos siglos de sufrimiento.
—Forastero —dijo un caballero que había permanecido entre las sombras que proyectaban las murallas—. Soy Manfred de Jólibud; no tiene ningún derecho a interferir en nuestras producciones. —Y sin más trámite frió al viajero con su pistola de aceite. De todos modos al tipo le faltaban casi mil años para nacer.

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