REITERACIÓN
Olivia Vicente Sánchez
La puerta negra: abismo entre la exterioridad desierta y el silencio apacible. Llaman. Dos pausas entre cada golpe. Un, dos. Un, dos. Otro golpe. En el descansillo, un alma evoca el ruido de los nudillos contra la madera, acompañados por la lengua contra el paladar. Un, dos. Un, dos.
La puerta negra se abre. El alma entra. Al traspasar el umbral, el color oscuro del material clarea en matices parduscos.
Es el origen del mundo.
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