Besos II - Martin Gardella
Desde que un insólito hechizo me condenó a vivir como un batracio paso mis días cantando y comiendo bichitos en los márgenes de una laguna. Pensé en solicitar un beso sanador a alguna de las doncellas que se introducen en el traslúcido espejo de agua para disfrutar de relajantes y sensuales baños matinales, pero preferí no molestarlas. La vida de sapo tiene algunos beneficios: ¡se las ve tan felices y hermosas, moviendo sus cuerpos desnudos al ritmo del viento!
2 comentarios:
Buena elección, Nanim. Veré si Martín acepta que leamos este cuento de erotismo batracio en nuestro evento del 13 de junio...
En primer lugar, muchas gracias por la publicación. Es un placer encontrar uno de mis textos publicado entre tantas joyas. Me alegra que haya sido de su agrado. Respecto al comentario de Sergio, me interesaría conocer en que consiste ese evento, y sin dudas será un placer para mí que puedan leerlo.
A los demás lectores, si quieren leer otros cuentos míos, los invito a pasar por mi blog http://livingsintiempo.blogspot.com
Saludos
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