sábado, 2 de agosto de 2008
Destino Puerta dos - Manuel Buendía
DESTINO PUERTA DOS
Manuel Buendía
Quedó solo entre cuatro puertas. No sabía por cuál puerta decidirse, así que eligió al azar.
Era estrella y caía, flotaba, escurría hacia ninguna parte. Esa era su vida: caer y nunca tocar fondo. Eran tantos los luceros que lo hacían que nunca se sintió solo, aunque por lo rápido que deslizaba, nunca tuvo tiempo de hacer amigos. Una noche caía tranquilamente cuando colisionó con otra estrella, quedando ambas gravemente heridas. Estuvo inconsciente varios días. Fue en el hospital cuando se enteró que la otra estrella había muerto. Cuando salió, jamás volvió a resbalar de noche.
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