HALLOWEEN
Nina Femat
Entre niños disfrazados de fantasmas, esqueletos y vampiros, camino por las calles ruidosas de mi ciudad. Yo voy normal, vestida de negro, pelo largo, tal vez la boca muy roja y las ojeras muy oscuras pero nada que llame demasiado la atención en estas fechas. Los niños me rodean y comienzan a cantar una canción de brujas. Se ríen y tratan de provocarme para que los persiga. Divertida, busco en mi bolso algo para obsequiarles; chicle o unas monedas. Pero lo que encuentro es un cristal extraño que hasta donde yo recuerdo no estaba ahí. Sacudo el cristal frente a mis ojos, los niños desaparecen como tragados por una aspiradora y la ciudad se transforma en un silencioso cementerio. Arriba, la luna llena sigue brillando.
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