REINCIDENCIA
Gonzalo Dávila
Mensajes severos de los profesores. Mensajes agresivos de las alumnas y alumnos preferidos de los profesores, los mismos que todos los días les obsequian manzanas y les muestran pechos y muslos para su deleite. ¿Acaso me importa?
¡Fuera Gonzalo! No existes, cabrón. Hablan de nosotros, no de ti. No te pedimos nada, así que mejor lárgate a ver la tele. Esto es para escritores de verdad, no para fantoches.
Dicen que lo que no te mata te hace fuerte. Lo dijo Jéideguer, o alguien. No me importa. A fin de cuentas, el tipo que arma el blog me sigue publicando. ¡Viva Químicamente impuro, ojetes! (No creo que esto pueda ser considerado un microcuento, pero otra cosa no se me ocurre; yo me tiro el lance).
¡Fuera Gonzalo! No existes, cabrón. Hablan de nosotros, no de ti. No te pedimos nada, así que mejor lárgate a ver la tele. Esto es para escritores de verdad, no para fantoches.
Dicen que lo que no te mata te hace fuerte. Lo dijo Jéideguer, o alguien. No me importa. A fin de cuentas, el tipo que arma el blog me sigue publicando. ¡Viva Químicamente impuro, ojetes! (No creo que esto pueda ser considerado un microcuento, pero otra cosa no se me ocurre; yo me tiro el lance).
3 comentarios:
Muy pero muy groso, che. Te felicito!!!!!
¡Bienvenido al quil...! este... digo... muy bueno lo tuyo.
Bueno, lo de la inmortalidad que da ser un personaje, no es taaan cierto. Si yo no hubiese estado en el dichoso cuento no hubiera dicho ni mú.
Por favor, alguien que crea que esto que digo es cierto.
P.D: Salemo, o sea yo, está en el cuento, claro que con un nombre de fantasía.
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