viernes, 6 de febrero de 2009

El madrugador - José Vicente Ortuño


EL MADRUGADOR
José Vicente Ortuño

Madrugo mucho, tanto que mis amigos suelen preguntarme si me he caído de la cama. Yo respondo que cuando salgo de casa todavía no han puesto las calles. Aquel día la broma se hizo realidad. Al abrir el portal de mi casa no había calles, ni aceras, ni contenedores de basura, ni coches aparcados… Nada. Me dio vértigo y tuve que agarrarme al marco de la puerta para no caer al abismo. Perplejo, pero intentando mantener el control de mi mismo, miré a lo lejos. Centenares, miles de edificios flotaban, al igual que el mío, en la oscuridad del vacío. Daba la impresión de que la Tierra hubiese desaparecido, dejando todo lo que había sobre ella flotando en la nada. ¿Qué había sucedido? ¿Acaso aquella mañana el tío que pone las calles se había dormido?

1 comentario:

Ogui dijo...

Muy Bueno! Combina surrealismo con hiperrealismo burocrático!