YING YANG
Javier O. Trejo
Prosa limpia y concisa, una historia con gracia y entretenida. Personajes que se pueden creer y querer y odiar. Agudeza e ingenio. Belleza suficiente y un toque de exotismo. Soltura en los diálogos y destreza en el argumento. Enroques pocos, elocuencia y cierto desparpajo. Agilidad en la trama y en los diálogos, presencia y cuidado.
Ponga de esto.
Maledicencia súbita. Diálogos barrocos. Personajes chabacanos y soberbios. Prosa recargada y altanera con retruécanos innecesarios. Abuso de los largamente cuestionados adjetivos. Petulancia y ese tufo que detenta la pobreza narrativa. Campos en flor, corazones valientes, amores puros, amistades eternas, familias perfectas, nobles caballeros y oscuros dragones en dosis suficiente. Imposturas varias.
Saque de esto.
Vaya y pruebe, a ver cómo le va. Es fácil, le cedo la receta.
Ponga de esto.
Maledicencia súbita. Diálogos barrocos. Personajes chabacanos y soberbios. Prosa recargada y altanera con retruécanos innecesarios. Abuso de los largamente cuestionados adjetivos. Petulancia y ese tufo que detenta la pobreza narrativa. Campos en flor, corazones valientes, amores puros, amistades eternas, familias perfectas, nobles caballeros y oscuros dragones en dosis suficiente. Imposturas varias.
Saque de esto.
Vaya y pruebe, a ver cómo le va. Es fácil, le cedo la receta.
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