Hace años, te marchaste para siempre, sin avisar, dejando mi corazón hecho añicos, y yo me quedé solo, destrozándome el hígado para olvidarte. Después de tanto tiempo, el alcohol no ha conseguido borrar tu recuerdo; y para colmo, el doctor sigue empeñado en que sufro un grave problema hepático, cuando en realidad -sólo tú y yo lo sabemos- se trata de una cardiopatía aguda.
Tomado de Realidades para Lelos
1 comentario:
Un buen diagnóstico tiene mejor pronóstico... era así? Bueno el micro!
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