miércoles, 17 de noviembre de 2010

A fin de cuentas, lluvia - Rita Vicencio


Sales de casa a caminar. El dia es triste, gris, como siempre. Sin ella nada tiene sentido, y las humedades de otras no logran sino acrecentar su ausencia. De nada sirvió sacar el colchón y reemplazarlo con uno nuevo. No es tan fácil sacarla de tu mente, de tu sangre...
Te cansaste de la humedad de tus lágrimas lloviendo sin descanso y, mientras miras a la gente correr a ocultarse, tomas la decisión y sales al descubierto. Tu rostro arde mientras la lluvia ácida lo deshace, pero ya no importa. A fin de cuentas, es solo lluvia.


Tomado del blog: http://saborajenjo.blogspot.com/


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