jueves, 11 de noviembre de 2010

Un día de pesca - María Brachetta

 
En el mar de la vida podemos pescar infinitas cosas. Pero no hay vueltas, el día que pesques una traición te ahogas. Te caes a las profundidades del océano, y sin bien muchos dicen que se puede volver a la superficie, la presión que ejerció aquella sumergida es muy difícil de curar y olvidar.

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