Se lo previno claramente:
—Jamás consientas resignado el hecho de que debes morir algún día; pero llegado el momento nunca digas no cuando se te interrogue, a partir de ahora mismo y sin excepción alguna, si estás preparado para ello, pues tal negativa determinaría tu fulminante fin en el acto. ¿O preferirías en este preciso instante morir así?
—¡No!
Tomado del blog de autores santiagueños En Los Esteros
1 comentario:
¡Y no será que se lo había advertido!
Allá donde estés, Vicente, mis felicitaciones por tus textos.
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