A Miguel Ángel Dorelo
—Entonces, ¿qué le parece mi nueva obra? —preguntó el artista, cuyo más reciente óleo era expuesto ese día en una de las salas de la galería, y que trataba de buscar la aprobación de cualquier espectador que pareciera interesado.
—Me gustó mucho —respondió el invitado.
—¿Le gustó? ¿Quiere decir que ya no le gusta?
—No. No quise decir eso… —balbuceó.
—Es que hay que hablar con propiedad. Le pregunté “qué le parece”. Así que usted debió responder “me gusta mucho”.
—¿Con propiedad? ¿Quiere que hable con propiedad? Entonces dejaré de intentar ser cortés, y le diré que su obra “Excrementos en un balneario iluminados por el sol a la caída de la tarde”, me parece una auténtica mierda.
Javier López
4 comentarios:
¡ja!Es que el tipo no entiende el arte de vanguardia. Si hubiese más sinceridad de opinión cuantos "artistas" estarían en problemas.Hagamos una cruzada para ponerlos en evidencia.
Muy bueno, Javi.
Miguel, en estos días he leído un tuit tuyo que encierra esta misma idea. No sé si lo leí antes o después de escribir la mini, pero sea como sea, que quede claro mi reconocimiento. Y si me llego a dar cuenta antes, te hubiera dedicado la mini.
¿Qué digo? ¡Que te la voy a dedicar!
¡Gracias, Javi! No era necesario, el relato es bueno por si solo y las ideas originales ya no existen, creo que hace ya mucho rato solo nos queda escribir variaciones sobre ideas pre-existentes, como seguramente pasó con mi tuit. Nos retro-alimentamos, eso si.
Es usted, don Javier, un perfecto caballero.
Si era necesario o no, es lo de menos. Porque para mí es un orgullo, Miguel.
Y eso, que la retroalimentación, la sinergia nunca para, es lo mejor que tenemos.
También eres un caballero. Un abrazo.
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