Recordó lo que su viejo maestro le había dicho: “Llegar al infierno es como caminar sobre vidrio molido”.
“Preciso, pero inexacto” razonó el pupilo cuando dio el primer paso para cruzar el gran yermo. “Más bien es como caminar sobre espejo molido”, dicho esto su pie terminó de posarse sobre la fina arenilla y su cuerpo se disgregó en mil imágenes que disolvieron su conciencia.
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