I-POT
Nina Femat
Antes de salir de mi casa descargo en mi I-Pot los discos de The Cure. Me pongo los audífonos y le subo al volumen, la voz de Smith me reconcilia con el mundo. Afuera hay mucha gente, por doquier suenan estruendosas explosiones que no logran tapar mis audífonos. Seguramente es un desfile así que sigo caminando. Al llegar a la bocacalle veo aviones de guerra, dirigibles, nubes verdes cargadas de radioactividad. Corro como todos al refugio antiatómico más cercano. Antes de bajar un soldado me entrega una caja con víveres y medicamentos. Esa noche mi propio llanto no me deja dormir: dejé más de dos gigas libres en mi I-Pot, pude haber metido la discografía completa de Radiohead, de Depeche Mode, de los Beatles… ¡Qué estúpida!
1 comentario:
Pues sí, oye.
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