sábado, 24 de enero de 2009

Párrafos del café: 168 (Revenant) - Vladimir Koultyguin


Tomando el segundo trasgo de café, sintió el aire que venía desde la ventana, a cuyo lado estaba sentado. El flujo iba acelerándose poco a poco, hasta hacerse, primero, una brisa, y después, viento ligero, que lo mordía haciendo pedazos su piel; al fin, se quedó sin ella, pareciendo un revenant; y la gente seguía ausente, charlando de sus cosas, bordando trenzas de tabaco en el ámbito del local; después se fueron todos; el revenant ordenó otro irish coffee y se durmió.

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