GRAVITACIÓN
José Víctor Martínez Gil
Aquel hombre de repente empezó a caer para arriba, cuando al instante otro hombre lo sujetó con fuerza para que no cayera, y se incorporó otro, y luego una mujer, y otra, y otros más. Había ya varias personas sujetándolo con fuerza, pero poco a poco se veía que el esfuerzo sería inútil. Hasta que todos cedieron. Cuando lo soltaron, en medio de un grito aterrador, el planeta entero cayó al vacío infinito. Todos empezaron a caer para abajo, menos el hombre que caía para arriba, y que se quedó flotando para siempre en el universo.
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