viernes, 30 de enero de 2009

María siempre virgen - Jorge Oropeza


















Poco a poco, María comenzó a regresar del sueño. El calor en la entrepierna aún permanecía. Los recuerdos borrosos y húmedos de la noche anterior la hicieron sonreír, mientras su mano quincuagenaria acariciaba, temblorosa de pasión, el gallardo y apuesto rostro de San Gabriel en su buró. Al abrir las sábanas, algunas plumas blancas enormes volaron por la habitación.

Tomado de http://www.elvacioquevincula.blogspot.com/

Sobre el autor: Jorge Oropeza

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