ALMA EN VENTA
José Vicente Ortuño
Mi problema sólo tenía una salida: vender mi alma al diablo. Me documenté profusamente para poder invocar a Lucifer. Leí el Necronomicón, las obras completas de H.P. Lovecraft y el manual de la bruja Lola. Realicé todos los rituales que figuran en ellos. No obtuve respuesta.
Mi situación se hizo insostenible y me llevó al suicidio. Cuando llegué a las puertas del infierno pregunté al funcionario de recepción:
—Verá usted, quise vender mi alma e invoqué a Lucifer repetidas veces, pero nadie acudió. ¿Podría decirme qué hice mal?
—¿Cómo hizo las invocaciones?
—Utilicé los rituales del Necronomicón y otros libros de magia negra.
—¡Pero vamos a ver! —exclamó—. ¿Usted se cree que en el Infierno estamos en la edad media?
—¡Hombre, es lo clásico! Lo he visto en las películas.
—¿No se le ocurrió enviar un e-mail, ni consultar nuestra página: www.elinfiernomola.org?
Mi situación se hizo insostenible y me llevó al suicidio. Cuando llegué a las puertas del infierno pregunté al funcionario de recepción:
—Verá usted, quise vender mi alma e invoqué a Lucifer repetidas veces, pero nadie acudió. ¿Podría decirme qué hice mal?
—¿Cómo hizo las invocaciones?
—Utilicé los rituales del Necronomicón y otros libros de magia negra.
—¡Pero vamos a ver! —exclamó—. ¿Usted se cree que en el Infierno estamos en la edad media?
—¡Hombre, es lo clásico! Lo he visto en las películas.
—¿No se le ocurrió enviar un e-mail, ni consultar nuestra página: www.elinfiernomola.org?
2 comentarios:
¡Genial!
¡Muy bueno, José!
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