domingo, 12 de julio de 2009
El suicida - Guillermo Fernando Rossini
Estuvo pensando y llegó a la conclusión de que su vida era harto monótona. Y lo peor era que no tenía ganas de cambiarla: esa resignación, ese descansar en su dejadez se le representó como una larga siesta; su vida en sí misma era una siesta eterna.
Y que la muerte, tal vez, sería el despertar.
Imagen de Wikipedia
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