martes, 14 de julio de 2009

Mano Dura - Alberto Subiela


Sebastián y Marcos no se conocen, pero comparten la amabilidad de carácter y una sincera preocupación por querer lo mejor para quienes los rodean y para la humanidad. Se cruzaron en la Avenida Cabildo, aquel 11 de Junio, Sebastián iba en su Gol hacia Belgrano a comprar un regalo y Marcos en su 206 en la misma dirección. Al ver un auto salir, Sebastián frena para ocupar el ansiado estacionamiento. Marcos, que llegaba tarde al trabajo, embiste violentamente el auto de Sebastián. Ambos bajan, empujando a patadas las ahora arrugadas puertas de chapa. Insultos, gritos, piñas, tumultos, se detiene el tráfico y la policía los lleva detenidos. Cuando al rato son liberados, ambos repiten una frase: “esto es un viva la pepa, un quilombo, este gobierno de mierda no hace nada”. Gracias a la maravilla del automóvil, la Mano dura ganó dos nuevos abanderados.

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