viernes, 10 de julio de 2009

Jasona - Lilian Elphick



No perdí una sandalia ni encontré el vellocino de oro, frígidas damas del jurado. Perdí un amor y gané una flecha púrpura. La arquera Atalanta me la dio: escribe, dijo, ese amor antes de que quedes ciega de pena. Y yo descifré las coordenadas del deseo. Ese hombre sigue siendo mi regreso y es mi escritura condenada. Pero qué saben los cerdos de confites. Ustedes no podrán jamás ver en mis ojos la mirada del insomne, que buscó en la madrugada una tibieza donde reposar de todo lo vivido.
El viento nos vio, el mar nos vio. Ellos son mis testigos y guiarán mis pasos hacia la salida.

Tomado de: http://lilielphick.wordpress.com/