Carnes I - Esther Andradi
¿Hay algo más masculino que la carne?
¿Más violento y lleno de provocaciones que un trozo de carne fresca colgando del gancho? A veces, cuando mi esmerado casero destroza la carne con un hacha y sobre un tronco – procedimiento común en los mercados peruanos, pero que, como se sabe no es lo más apropiado- después, mientras sorteo astillitas de madera y huesitos triturados, siento que me como un macho. Un camionero en musculosa, bigotes y barba incluída.
Prefiero las verduras y frutas, mil veces. Pero entre nosotras las hay carnívoras...¡y cómo!
Publicado en Come, éste es mi cuerpo, Buenos Aires, Ediciones Último Reino, 1997.
Tomado de: http://ficcionminima.blogspot.com/
Fotografía: de Luciano Franco Cutrera
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