“La noche es lóbrega y misteriosa”.
“El viento aúlla inmisericorde”.
“Una puerta cruje lastimera”.
“Se oyen pasos en la sala”.
Por enésima vez, el escritor retira la hoja de la máquina de escribir y la arroja al cesto con un gesto de fastidio.
En definitiva, esta noche tampoco podrá inventar el miedo
“El viento aúlla inmisericorde”.
“Una puerta cruje lastimera”.
“Se oyen pasos en la sala”.
Por enésima vez, el escritor retira la hoja de la máquina de escribir y la arroja al cesto con un gesto de fastidio.
En definitiva, esta noche tampoco podrá inventar el miedo
1 comentario:
Buenísimo, Antonio. Si hay algo que disfruto es cuando una microficción se convierte en algo así como una escena de película. Esta fue una escena sencilla, tensa y bella. Bravo.
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