—Definiré la estrategia de los próximos movimientos —dijo el monarca con severidad y energía. Un denso silencio cayó sobre la sala, silencio que fue destrozado cuando el obispo se animó a tironear de la manga del rey y dirigirle la palabra.
—Temo, majestad, y se lo digo con el mayor respeto, que esa tarea está a cargo del Jugador; nosotros solo somos piezas de ajedrez
Sobre el autor
3 comentarios:
Cuantas veces nos pasa esto de creernos aptos para marcar pautas cundo en realidad no estamos capacitados para hacerlo.
Una reflexión sobre los egos en forma de relato, según mi lectura, claro.
aplausos don Sergio por esta obra de arte cual partida bien jugada...
He recorrido el blog y lo encuentro abierto e interesante. Me detuve en este micro relato para hacer este comentario porque , en realidad, es propina un marco de reflexión severa, a mi criterio, sobre no propinarse un "tu" cuando el "yo" le pertenece al otro.
Recalaré seguido por este blog y, modestamente, hago una respetuosa invitación para visitar, cuando el tirano tiempo se lo permita, el mío.
Jorge.
http://jorgerodolfoaltmann.blogspot.com
Gracias y un abrazo.
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