Si fuera un geógrafo, trazaría mapas recorriendo los poros de tu piel.
Si fuera un músico, compondría una melodía al compás de los latidos de tu corazón.
Si fuera un escultor, serías el molde de mi obra maestra.
Pero esta noche saciaré mi apetito con la sangre que brote de un mordisco en tu cuello.
1 comentario:
Pasa de la poesía al pragmatismo más salvaje.
Publicar un comentario