José Luis Zárate
El viajero tenía una mujer en cada astropuerto. Una mujer. La misma. Clonada cada vez que un nuevo planeta se preparaba a recibir a los viajeros. Cada una conectada con la mente de sus avatares para que fuera un millón de veces la misma. Así no importaba que tan lejos estuviera en el cosmos, siempre llegaba a casa al anochecer.
Una excelente idea, hasta el millón de solicitudes de divorcio.
Una excelente idea, hasta el millón de solicitudes de divorcio.
Tomado de http://zarate.blogspot.com/
1 comentario:
Primero pensé que el divorcio lo había pedido el caballero pero no, creo que fue ellas.
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