Cuando Aquiles Argañaraz, salió de su rancho, en ese olvidado paraje de la campaña santiagueña, no sabía que al saludar a sus vecinos se estaba despidiendo.
Antes de llegar al pueblo una serpiente de cascabel mordió su talón y Aquiles inició un viaje sin retorno.
2 comentarios:
Excelente, Antonio. Felicidades.
Mira esta "Aquilea":
http://lilielphick.wordpress.com/2009/07/20/aquilea/
Saludos, Lilian.
Excelente, Antonio. Felicidades.
Mira esta "Aquilea":
http://lilielphick.wordpress.com/2009/07/20/aquilea/
Saludos, Lilian.
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