lunes, 9 de noviembre de 2009

Cada vez que llueve – Héctor Ranea



Cada vez que llueve de madrugada, él me hace el amor como si ambos fuésemos aún jóvenes. Comienza con un esbozo de sonrisa que adivino en la oscuridad y sigue deslizándose por la ropa hasta sacármela. Después de amarnos casi en silencio, se levanta sin decir nada, me da un beso y va a preparar el desayuno mientras yo quedo en el ensueño fatal. Pocos minutos de lluvia bastan para convencerme que quien está haciendo el desayuno no es él, sino su fantasma, que me visita cada vez que llueve.

2 comentarios:

Angela dijo...

belíssimo!

Ogui dijo...

Gracias Angela! Me siento halagado...