Ser bella y además inteligente suele traerte complicaciones. Nunca estás segura de las intenciones de los que se te acercan. Las más de las veces parecen interesados en tus ideas pero al cabo de unos minutos descubres que tienen la mirada fija en tu escote.
Por eso me saludas con alegría cuando nos topamos en la calle, en un parque o en alguna tertulia. Los ciegos inspiramos confianza porque prestamos atención especial a las palabras. También poseemos un olfato prodigioso.
Tomado de http://www.letrasdechile.cl/
1 comentario:
Sublimente rematado al final.
Sin la última frase ya muchos lo darían por bueno, pero ya con ella...
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